Lo primero que nos llamó la atención fue las elevadas medidas de seguridad que tiene la empresa no solo para sus trabajadores sino también para sus visitantes. También he de destacar su amabilidad y calidad de la visita dada.

Primeramente, nos dirigimos a una sala de juntas donde una guía nos explicó pormenorizadamente el origen de los distintos manantiales que emanan en Lanjarón, son en total 4: Capuchina, Salud, Capilla y Sta. Juliana; también nos explicaron la composición y los   usos terapéuticos de cada uno de ellos.  Pudimos observar que se trata de una empresa sostenible con el medio ambiente y que presentan grandes medidas de seguridad sanitaria y de calidad de agua.  Pudimos ver todos los `productos  y envases que están a la venta, e incluso uno que aún no están en el mercado.    

Posteriormente, hicimos un tour en la fábrica a través de una plataforma elevada. Dentro no pudimos hacer fotos. La embotelladora está totalmente mecanizada y con un elevado control de la calidad: un lector va pasando por cada botella y aquella que observa cualquier desperfecto es eliminada.

Finalmente, nos dirigimos de nuevo a la sala de juntas donde nos ofrecieron agua carbonatada para probar y nos regalaron un botellín de agua. Pudimos observar que las botellas nos informan del día y la hora que han sido embotelladas, las nuestras las habían embotellado hacía unas horas.